lunes, 22 de noviembre de 2010

Los niños aprenden lo que viven.

Curiosa (aunque realista) composición que encontré en la contraportada de una revista regional:

Si los niños viven con crítica
Aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad
Aprenden a vivir luchando.
Si los niños viven el ridículo
Aprenden a ser tímidos.
Si los niños viven con vergüenza
Aprenden a sentirse culpables.
Si los niños viven con tolerancia
Aprenden a ser pacientes.
Si los niños viven con estímulo
Aprenden a confiar.
Si los niños viven con alabanza
Aprenden a apreciar.
Si los niños viven con honradez
Aprenden la justicia.
Si los niños viven con seguridad
Aprenden a tener fe.
Si los niños viven con aprobación
Aprenden autoestima.
Si los niños viven con aceptación y amistad
Aprenden a hallar el valor en el mundo.

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